Cómo negociar tu primer sueldo antes de que alguien lo haga por ti
Cómo negociar tu primer sueldo antes de que alguien lo haga por ti
por Sandra Zuluaga
Aunque hablar de dinero es todavía un tabú en nuestra cultura, es necesario tener estas conversaciones antes de salir al mundo laboral para obtener una compensación justa por el valor que somos capaces de ofrecer.
No sé ustedes, pero desde mi punto de vista, todos deberíamos salir de la universidad sabiendo hablar de dinero. La educación financiera no debería ser un lujo, sino una materia básica para todas las carreras universitarias; es más, creo que debería estar presente en los planes de estudio incluso antes de entrar a la preparatoria.
No olvides leer mi artículo anterior: Querido-freelancer-como-tu-solo-hay-uno.html
La falta de cultura financiera ha tenido estragos tan variados como conocidos: hablar de dinero es un tabú y, por tanto, muchos son los que ignoran cómo ahorrar, invertir o incluso cómo usar una tarjeta de crédito. En el caso de los emprendedores, solopreneurs o profesionistas independientes (de los que hablé en mi artículo pasado, que puedes leer aquí), el no querer hablar de dinero ocasiona que vivan en conflicto con él: no saben cuánto cobrar por sus servicios, desconocen cómo emitir una factura o les da miedo negociar con un cliente.
¿Cuál es la primera negociación a la que se enfrenta una persona en su carrera profesional? Muy posiblemente la del primer sueldo, la del primer trabajo. Uno sale fresco del aula, listo para comerse el mundo pero sin una idea clara u objetiva de cuánto debe cobrar por sus servicios. Otras veces no hay mucho margen de maniobra. El sueldo del primer puesto, del entry-level job, como le llaman en Estados Unidos, es fijo y no hay mucho que hacer. Pero ¿qué tal el sueldo del primer ascenso, o de la primera vez que uno busca trabajo ya teniendo trabajo? Si nunca lo has hecho antes, la idea de pedir más dinero a tu empleador o reclutador puede ser desalentadora, pero como todo en la vida, los nervios se quitan con dos cosas: investigando y practicando. ¿A qué me refiero? Veámoslo a continuación.
Preparémonos para negociar el primer sueldo
Todos tenemos derecho a una compensación justa por nuestras habilidades y experiencia. Pero como dice el viejo dicho, en el mundo no se gana lo que se merece, sino lo que se negocia, y toda negociación exitosa necesita preparación.
- No tengas miedo de negociar: Los reclutadores y empleadores están acostumbrados a negociar los sueldos de sus prospectos. Si haces preguntas pertinentes y utilizas buenos argumentos, darás una impresión de seriedad y profesionalismo; además, eso contará como un antecedente para aumentos de sueldo futuros: la empresa sabrá que tú estás preparado para exigir lo justo. Si un empleador se molesta porque tú estás tratando de obtener un mejor sueldo, esa es una bandera roja.
- Investiga el mercado: Conocer la tarifa vigente para tu posición y tu ubicación es esencial. Entra a Linkedin, bolsas de trabajo para tener una idea de lo que deberías estar ganando. Esto te dará un punto de partida para la negociación, pues si te ofrecen un salario más bajo de lo esperado, podrás argumentar que la propuesta que te ofrece no está dentro de lo que ofrece el mercado.
- Asegúrate de entender en qué consiste el puesto para el que te están entrevistando: Esta es una manera de entender qué tanto valor puedes aportar al puesto. Por ejemplo, si el puesto tiene un componente de atención al cliente, y da la casualidad de que tú tienes experiencia en trabajos que involucran actitud de servicio (siendo mesero, cajero o atendiendo el mostrador del negocio familiar durante las vacaciones), entonces técnicamente no eres un recién egresado, tienes experiencia que merece mayor compensación.
- Haz un presupuesto: ¿Cuánto dinero necesitas recibir para poder sobrevivir por tu cuenta? Si no lo sabes, ¿cómo puedes evaluar si la paga a la que aspiras es suficiente? ¿Vives con tus padres o te mudarás por tu cuenta? ¿Cuánto gastarás al mes en gasolina solo por trasladarte a la oficina?
- Practica para familiarizarte con la experiencia: pide ayuda a tus padres, a profesores de confianza o a amigos que ya hayan vivido una entrevista de trabajo y realiza con ellos entrevistas dummy para practicar, así no te sentirás intimidado, pues la experiencia ya no será realmente nueva para ti.
- Tanto tú como el reclutador están en el mismo equipo: No veas a tu reclutador o tu empleador como tu adversario, sino como tu compañero en una misión para resolver un rompecabezas: encontrar el mejor sueldo posible para poder contratarte. Considera también otros beneficios además del dinero: horario flexible, trabajo remoto, seguros o vales de despensa, vacaciones, etc. Si ves la negociación como un partido donde alguien tiene que ganar y el otro tiene que perder, entonces el reclutador no querrá ayudarte, sino todo lo contrario.
¿Qué pasa si me preguntan directamente cuánto quiero ganar?
Esta es una pregunta capciosa, porque puedes sabotearte si contestas con una expectativa más baja de lo que el empleador está dispuesto a pagar (por eso es tan importante investigar el mercado y hacer tu presupuesto). Ahora, yendo al grano, debes contestar con un rango, y los límites de este rango deben ser los siguientes: la cantidad mínima debe ser un poco más alta de lo mínimo que esperas ganar o de lo mínimo que marque el mercado. La cantidad máxima debe ser una cifra igual o muy similar a lo máximo que hayas descubierto que se paga por un puesto como al que estás aspirando. Entre esos dos límites es que el empleador deberá hacer su propuesta de salario.
Muchas personas, especialmente aquellas que recién comienzan sus carreras, asumen que la negociación salarial es algo que solo los profesionales experimentados pueden hacer. Sin embargo, este no es el caso. Muchos reclutadores tienen un sueldo presupuestado, y algunas veces esa cifra autorizada no es la primera que presentan a sus candidatos. Una cosa sí hay que tomar en cuenta: el sueldo se negocia hasta que te hayan hecho una oferta económica por el puesto, es decir, cuando ya hayas pasado todos los otros filtros (una entrevista técnica, por ejemplo). Eso te dará más ventaja, pues es mucho más difícil descartar a un prospecto cuando ya se ha invertido tiempo y esfuerzo en reclutarlo.
Es importante recordar que tu salario inicial determinará tus expectativas de ganancias futuras, por lo que es crucial negociar un buen primer salario para arrancar tu carrera profesional de la mejor manera posible. Finalmente, recuerda que tienes el poder y el derecho de retirarte de una negociación si lo que te ofrecen no cumple tus expectativas.
Como podemos ver, el error de muchos novatos es pensar que necesitan “merecer” un sueldo en específico, y que al ser recién egresados no tienen muchos argumentos para merecer. La verdad es que este mundo es imperfecto, y no hay justicia divina que reparta los salarios, pero a pesar de ello, siempre podremos negociarlos.
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