Ahí vienen los supertrabajos: ¿qué son y cómo funcionan?
Ahí vienen los supertrabajos: ¿qué son y cómo funcionan?
por Sandra Zuluaga
Uno de los cambios más interesantes en la arquitectura de los empleos empezó a formarse hace algunos años y la pandemia lo aceleró: ¿sabes de qué se trata?
Desde hace algunos años, la anatomía de los empleos ha comenzado a transformarse. La tecnología y las aplicaciones de la inteligencia artificial son los grandes responsables. De ser una amenaza a la actividad humana, han demostrado que son más una herramienta de gran ayuda para aumentar la eficiencia, mientras que deja espacio para que las personas aprovechen habilidades que están relacionadas con capacidades intrínsecamente humanas, como el análisis, la toma de decisiones y el trabajo en equipo.
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Un estudio de 2019 llevado a cabo por la firma Deloitte, una empresa dedicada a la asesoría sobre capital humano, principalmente, a compañías nacionales e internacionales, planteó una definición de estos nuevos empleos, a partir de los hallazgos que obtuvo al analizar el uso de tecnología e inteligencia artificial en las empresas.
El estudio, llamado «2019 Global Human Capital Trends», encontró que el mercado para software para automatizar tareas manuales estaba ya creciendo un 20 por ciento al año, y que en el 2024 podría alcanzar los 5 mil millones de dólares. Por lo tanto, el 41 por ciento de quienes respondieron a Deloitte dicen que utilizan la automatización de forma extensa, a través de múltiples funciones. También, el 64 por ciento de los participantes vieron un crecimiento en cuanto a robótica, 80 por ciento en cuanto a tecnologías cognitivas y 81 por ciento en inteligencia artificial.
Este panorama abre la puerta a la llegada de los supertrabajos (superjobs, en inglés), que replantean la forma en que se definen los puestos en una empresa y a qué darle prioridad.
¿Qué son los supertrabajos?
Los supertrabajos son puestos que combinan dos grandes elementos: el uso de tecnologías y las habilidades blandas. Es decir que las personas que los ocupan hacen su trabajo al involucrarse en diferentes tareas y responsabilidades, que antes estaban establecidas de un modo más rígido a empleos tradicionales. Gracias a las herramientas técnicas, se aumenta el alcance de las tareas e involucra capacidades más complejas,técnicas y humanas, que deben dominarse.
¿Qué tipo de empresas pueden aprovechar los supertrabajos?
Aunque pareciera que las organizaciones con mayor cantidad de empleados, clientes y recursos son las que empezarán a hacer la transición más fluida hacia los supertrabajos, lo cierto es que las compañías de cualquier tamaño lo tienen al alcance.
No se trata únicamente de contar con una línea de ensamble operada por máquinas, sino también de un software que le permita a una agencia de marketing gestionar los datos que obtiene de sus leads para calificarlos eficientemente. Cualquier empresa que tenga tareas repetitivas o que involucran el manejo de datos, puede incorporar una herramienta tecnológica para cumplirlas, lo que dará a pie a que el capital humano tenga tiempo para dedicarle a la analítica de la información, optimización en la gestión de equipos de trabajo o creación de soluciones innovadoras para sus clientes o procesos internos.
Como se explica en un artículo del blog de American Express, mientras que «la automatización y los algoritmos toman la rutina y los aspectos fijos del trabajo, los líderes de los negocios pueden liberar a sus empleados para que usen su pensamiento crítico y talentos latentes en actividades como interpretación de datos, solución de problemas, empatía, creatividad y trabajo en equipo».
Otras de sus consecuencias es el ahorro de costos, sobre todo en mipymes, porque lo que hacían dos personas en un departamento —digamos, el de recursos humanos: nómina, reclutamiento de talento humano, seguimiento de incidencias, etc.— puede hacerse con una o varias plataformas digitales (para la administración de la nómina, incidencias, calificación de candidatos, por ejemplo) y una persona.
¿Qué cambios implican los supertrabajos?
Sin ahondar demasiado en el tema, existen algunos elementos que facilitan la transición de un empleo tradicional a un supertrabajo. Quizá el punto medio entre los dos es el «híbrido», tal y como lo define Deloitte en el estudio arriba citado: roles que hacen su trabajo combinando habilidades que rozan en las técnicas y las blandas, aunque históricamente no se utilizan para el mismo puesto.
Por lo tanto, es importante que las empresas reconozcan, primero, que es posible que mucha parte de su personal necesite aprender a utilizar las herramientas que se encargan del manejo de datos y automatización de procesos, así como la inteligencia artificial que aprende a realizar operaciones repetitivas más complejas.
El diseño de los nuevos empleos deberá ser inteligente, que aplane las jerarquías para que haya lugar a equipos más flexibles y autogestionables, al mismo tiempo que se impulsan sus habilidades técnicas. Lo que se ve como una respuesta a los modelos más tradicionales: fijos, estables, con descripciones por escrito que necesitan supervisores o gerentes encima de ellos.
Esto se hablaba antes de que hubiera señales de la pandemia que, desde 2020, obligó a las empresas y sus profesionales de recursos humanos a replantear sus estrategias internas. Cuando se comenzaron a utilizar las automatizaciones (para envíos de mercancía, diseño de cotizaciones, seguimiento de procesos puntuales), el talento humano se empezó a enfocar en el trabajo orientado al servicio, colaboraciones e interpretación de datos.
Ahora el reto es que también sean flexibles, que parece que es el verdadero espíritu de los supertrabajos, para que las personas que los ocupen puedan crear equipos con gente de otros departamentos para distintos objetivos, y también asciendan y se desarrollen según los cambios que ocurran en el mercado o industria.
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