Cultura laboral híbrida y los nuevos recursos humanos: por dónde empezar

Cultura laboral híbrida y los nuevos recursos humanos: por dónde empezar

por Sandra Zuluaga

 



 

El cambio laboral no dejará a ningún área intacta. Y es algo bueno, pues ya se ha visto que puede adaptarse con éxito a todo, incluso al modelo de trabajo híbrido.

 

Uno de los aprendizajes más valiosos del último año es que empresas, empleados, directivos, procesos y culturas laborales descubrieron que pueden ser mucho más flexibles de lo que se pensaba. A su vez, eso permitió abrir otros formatos para trabajar y crecer profesionalmente que, si se gestiona de la forma correcta, ayuda a tener un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal. Ha sido una lección muy valiosa.


No olvides leer mi artículo anterior: La-cultura-altruista-se-lleva-todo-porque-y-como-adoptarla-con-exito.html

 

Pero así como es importante discutir cómo trabajar en un modelo híbrido, que permite en una sola organización que talento colabore de forma presencial, a distancia o de ambas maneras, también hay que recordar que las personas dentro del área de recursos humanos tienen un reto muy grande en su camino: buscar, reclutar, integrar, gestionar y apoyar a la gente que conforma a cualquier empresa.

 

En el entorno cambiante que ya se gesta actualmente, se necesitará algo más que «seguir haciendo bien lo que se ha estado haciendo» y, más bien, encontrar las oportunidades para que el trabajo del que es responsable recursos humanos evolucione. 

 

¿Suena imposible? No lo es tanto, especialmente si hay entusiasmo por conocer nuevas estrategias y sumarse a las innovaciones que ya han probado resultados. A continuación explico un poco más de qué hablo.

 

Menos recursos humanos y más experiencia del empleado

 

A medida que las herramientas tecnológicas y digitales permiten que las personas tengan más control con la forma en que interactúan con todo lo que está a su alrededor, las empresas se enfocan más en la experiencia que le dan a sus clientes o visitantes para demostrar las ventajas de elegir una marca, servicio o negocio. Es decir, ante tanta oferta, el diferenciador se concentra en el trato con las personas. 

 

Lo mismo ocurre en el ambiente laboral. El modelo híbrido de trabajo permite que un profesional ya no se limite a un espacio geográfico para buscar su próximo empleo: su talento puede viajar a donde sea, gracias a las herramientas de inteligencia artificial y la automatización de procesos. Los contratantes, entonces, ya no tienen la última palabra, porque las opciones aumentaron de pronto. Recursos humanos debe encontrar la manera de asegurar que la experiencia de sus empleados —desde antes de ingresar a la nómina, hasta el mismo día que se jubilen— sea uno de los tantos beneficios de trabajar en su organización.

 

Lo que recuerda a uno de los grandes conceptos que no se debe olvidar en el cajón: la empatía. Se trata de preocuparse por el bienestar del personal, grande o limitado, y debe ser siempre su prioridad.

 

A veces, lo que buscas estuvo todo el tiempo dentro de ti

 

Tal y como las moralejas de las historias de superación, la respuesta no siempre está allá afuera. Un estudio que realizó LinkedIn el año pasado, en donde se involucraron miles de empresas, arrojó luz en un aspecto importante: muchas de ellas consideran que el reclutamiento interno es muy importante. Tan sólo en México: 88 por ciento. Lo que a su vez significa ahorrar hasta 49 millones de dólares al año, gracias a la retención de empleados. ¿Por qué? Porque no es necesario invertir tiempo o dinero en entrenamiento para recién llegados, aumenta la motivación de los colaboradores al descubrir que tienen oportunidades de crecimiento, mejora la productividad y, en poco tiempo, se cuenta con una selección de expertos en la cultura laboral de la organización que pueden capacitar a las personas que lleguen de fuera.

 

Si el modelo de trabajo es híbrido, que también lo sean los procesos de recursos humanos

 

Existen muchas opciones para que una empresa comience a atraer al talento adecuado: seminarios, pasantías, colaboraciones con universidades, intercambios con otras empresas, anuncios en publicaciones, bolsas de trabajo, etc. Pero quizá el primer paso comienza en la misma organización. La mejor recomendación es la experiencia de otras personas en un puesto donde tuvieron el trato y crecimiento deseados, donde la cultura laboral se convirtió en uno de los aspectos favoritos del trabajo y que, además de prestaciones de ley, hubiera algo extra para recompensar su talento. ¿Dónde se comunica eso? En las redes sociales.

 

Una empresa que no tiene presencia en redes sociales, que ofrezca acceso tras bambalinas, pierde la oportunidad de demostrar por qué vale la pena colaborar con ella. Por otro lado, es importante considerar la variedad de plataformas para conocer mejor a los candidatos y sus habilidades. Es decir, el proceso de reclutamiento puede hacerse, según la etapa, a través de Zoom, luego con un correo electrónico, después con una prueba de trabajo en un archivo en el que se vea en tiempo real el progreso de la tarea… así es posible conocer en persona al prospecto, saber si tiene habilidades de comunicación escrita y cómo es la forma en que trabaja y desarrolla soluciones a problema específicos.

 

Todo eso sin tener que  agendar una cita presencial si no es necesario o posible.

 

La integración es trabajo de todos

 

Finalmente, es imperante que la suma de nuevo talento, o que el ascenso de una persona interna a un nuevo puesto, se lleve a cabo con la guía de recursos humanos, pero también con colaboradores que tienen experiencia y podrán detectar debilidades y fortalezas más rápido porque saben muy bien lo que una vacante necesita. Ya sea para la selección final o para hacer más fluido el proceso de integración, acompañado desde diversos frentes, el área de recursos humanos debería apoyarse de personas clave que tienen un perfil apto para la mentoría y el trabajo en equipo, y que puede hacerlo con diferentes puntos de contacto: presenciales, a distancia, digitales, escritos, con audio: lo que funcione.

 

De nuevo, la clave está en la empatía y la flexibilidad para que el modelo híbrido laboral prospere junto a toda la organización. A partir de ahí llega todo lo demás.

 

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